RIO ARLANZON
El Rio Arlanzón cruza la ciudad de Burgos
Lejos del “Cortijo de los Callados”
Como llaman al Cementerio de los muertos
Que, como zombis suelen bajar
A la charca del Paseo de la Isla
A tirar al agua hojas y ramas de los árboles
Castañas pilongas, palos.
Muertos del odio, muertos quemados
Muertos olvidados, muertos afligidos
Muertos lamentándose
De no haber pagado las costas de un Juicio
Alimentando sus lágrimas las aguas del estanque
Sobre todo de los ladrones, los pecadores
Los de mala conducta
Como los curas pedófilos y violadores
Dando nueve veces
La vuelta alrededor del estanque.
Por la mañana, temprano
En su primera hora del día de su trabajo
Un operario de limpieza
Con una red en un palo largo
Y el móvil en la oreja
Limpia las sombras errantes de los difuntos
Que flotan sobre el agua.
Él está hablando con su chica
Que le dice:
-Quien pudiera ayudarte, cariño mío.
-No hace falta, mi vida.
Tú cuida de nuestros dos hijos.
Un perro, en busca de sus amores
Bailó alrededor del culo de una perra
Que perdió el lacito de su pelo
Al juguetear con él.
-¿Qué menos puede perder?
Se peguntó el operario
Que, justo ahora
Se fue a comer el bocadillo
A la sombra de los castaños.